Secado de daños por agua: La guía esencial

¿Qué puede causar daños por agua?

Un edificio puede sufrir daños por agua de muchas maneras. Puede tratarse de una acumulación gradual de goteos a lo largo de semanas y meses, o el resultado de un suceso catastrófico puntual, como una inundación o un desastre natural similar.

Los diferentes tipos de daños causados por el agua

Además de la cantidad de agua que haya afectado a un edificio, el tipo de agua también influirá en gran medida en el coste y la duración de un proyecto de restauración de daños causados por el agua.

La categoría 1 (o agua limpia) procedente de tuberías rotas o fugas de fontanería es la más sencilla de tratar, ya que requiere poca o ninguna descontaminación como parte del proceso de secado.

Las aguas de categoría 2 (aguas grises) o 3 (aguas negras) suelen proceder de aguas estancadas de larga duración o de inundaciones, y requieren un trabajo de descontaminación exhaustivo como parte del proceso de secado.

¿Cuánto tardan en manifestarse los daños causados por el agua?

El tiempo que tardan en hacerse visibles los daños causados por el agua dependerá de varios factores, como la ubicación de los daños, los materiales afectados y la cantidad de agua.

Los signos claros de daños por agua incluyen:

• Agua visible o estancada
• Zonas húmedas o mojadas en los materiales
• Decoloración de paredes o mobiliario
• Presencia de moho
• Óxido o corrosión en los metales
• Deformación o grietas en los suelos de madera
• Olores a humedad en la zona
• Humedad relativa en el edificio superior a la normal

¿Por qué es importante secar los daños causados por el agua?

Si se deja que se extienda libremente, el exceso de agua puede tener graves consecuencias. El mobiliario y los objetos pueden sufrir daños irreparables. Las estructuras de los edificios se derrumban, lo que da lugar a reparaciones costosas y de gran envergadura. Se forman criaderos de moho que ponen en grave peligro la salud de los ocupantes.

Es muy importante tratar los daños causados por el agua lo antes posible. Cuanto más tiempo se deje pasar, más problemas causará a largo plazo:

Cómo secar los daños causados por el agua paso a paso

1. Evaluar los daños

El primer paso para secar los daños causados por el agua es evaluar el alcance del problema. Debe realizarlo un profesional cualificado, que podrá localizar el origen de los daños, identificar todas las zonas afectadas y planificar el alcance de los trabajos.

La detección de fugas de calidad y la tecnología de medición, como los dispositivos de medición acústica y los medidores de humedad, son vitales en esta fase para determinar dónde están las fugas y qué parte de la construcción hay que secar.

2. Introducir medidas preventivas

Algunas medidas preventivas útiles al inicio de un proyecto de restauración de daños causados por el agua incluyen:

• Blindaje de cables y tuberías para evitar daños mayores
• Abrir las ventanas para que salga la humedad
• Eliminar las fuentes de agua a granel utilizando aspiradores húmedos, fregonas, toallas, etc. Si es posible, también pueden retirarse las alfombras y moquetas mojadas.
• Interrumpir el suministro de agua al edificio cuando sea necesario para minimizar los daños.
• Encender los sistemas de calefacción para facilitar el proceso de secado
• Recuperar o retirar los objetos dañados por el agua de la zona afectada
• Maximizar la ventilación dejando las puertas abiertas y utilizando el movimiento del aire siempre que sea posible.
• Llevar equipo de protección cuando la contaminación sea visible o posible.

3. Eliminar el agua estancada

Tras una inundación o una rotura rápida de una tubería, será importante utilizar un aspirador de líquidos o una bomba para eliminar el exceso de agua de una habitación. Esto reduce en gran medida el riesgo de que el agua siga penetrando en las capas del edificio y permite iniciar la extracción del agua.

4. Extraer el agua del tejido del edificio

El uso de equipos de secado especializados para la extracción de agua puede ahorrarle un tiempo valioso, dinero y la molestia de retirar el aislamiento húmedo de las paredes o debajo de las tablas del suelo. Existen dos métodos principales de secado: secado por presión positiva y secado por presión negativa.

El secado por presión positiva consiste en insuflar aire caliente y seco en las capas de las estructuras para expulsar el vapor de agua a la atmósfera, donde suele ser capturado por deshumidificadores refrigerantes. Suele ser la forma más rápida de extraer el agua de los espacios.

Sin embargo, esta técnica sólo es adecuada para habitaciones bien ventiladas o vacías, y sólo debe realizarse con soluciones de filtración de aire HEPA colocadas para controlar el aire ambiente. Esto se debe a que el secado positivo también puede expulsar polvo, moho y otros contaminantes nocivos a estos espacios. Debido a estos riesgos, el secado por presión positiva no se utiliza habitualmente en toda Europa, pero sigue aplicándose en determinadas zonas, como el Reino Unido.

En cambio, el secado por presión negativa es el método más seguro y saludable para eliminar la humedad. También conocido como secado al vacío o secado por succión, el agua se aspira de los espacios huecos y se hace pasar por varias capas de filtración. Aunque esto conlleva tiempos de secado ligeramente más largos, es la mejor manera de proteger la salud de las personas in situ y mantener el control del entorno de secado.

El sistema de secado AERCUBE® es perfecto para cualquier forma de secado a presión. Está diseñado específicamente para tratar capas de aislamiento húmedas con un control total, minimizando futuros trabajos de desmontaje y reinstalación, además de funcionar como deshumidificador de alto rendimiento.

5. Establecer un entorno de secado adecuado

La creación del entorno ideal para una restauración eficiente y eficaz de los daños causados por el agua comienza con los deshumidificadores adecuados.

Estos eliminan la humedad del aire y la expulsan de los materiales y muebles dañados por el agua, eliminando gradualmente todo rastro de exceso de agua en la zona.

Los deshumidificadores por refrigeración (también conocidos como deshumidificadores por condensación) son capaces de satisfacer las necesidades de la mayoría de los trabajos de restauración de una forma rentable y eficiente desde el punto de vista energético. El aire húmedo se introduce en la unidad y se hace pasar por un serpentín frío. A medida que el agua del aire se condensa, el sistema captura las gotas de agua y bombea aire seco y caliente de vuelta a la habitación.

Sin embargo, en condiciones especialmente frías, puede necesitar un deshumidificador desecante o de adsorción. En lugar de utilizar la condensación, el aire se hace pasar por materiales desecantes que atraen y retienen el agua, y el aire seco se devuelve a la habitación.

En muchos casos, los deshumidificadores desecantes pueden acelerar el proceso de secado en comparación con los deshumidificadores refrigerantes. Sin embargo, esta mayor velocidad conlleva un mayor gasto, tanto en términos de consumo de energía como de costes de funcionamiento.

Aunque los deshumidificadores son la tecnología básica para secar los daños causados por el agua, su aplicación en combinación con otras soluciones puede dar lugar a resultados más rápidos y satisfactorios:

Sopladores y ventiladores para daños causados por el agua

La circulación del aire es crucial para obtener resultados de secado mejores y más rápidos. El uso de ventiladores profesionales y motores de aire hará que la humedad atrapada en los materiales y objetos de construcción salga a la atmósfera, donde podrá ser captada de forma más eficaz por los deshumidificadores. Los secadores de suelos comerciales también pueden ser útiles para acelerar la eliminación de agua en suelos de madera, alfombras y otros.

Cualquier forma de ventilación puede ayudar a reducir el tiempo de secado. Incluso abrir una ventana puede ser beneficioso para aumentar el flujo de aire.

Calentadores

Además del movimiento del aire, las temperaturas más cálidas pueden favorecer la evaporación del agua de los materiales de construcción y el mobiliario. El uso de calefactores comerciales puede acelerar los tiempos de secado al forzar el vapor de agua en el aire más rápidamente de lo que podría hacerlo un deshumidificador por sí solo.

Sin embargo, no utilice los calefactores como sustitutos de los deshumidificadores. Sin un deshumidificador, la humedad eliminada de los materiales por los calefactores permanecerá en la atmósfera, condensándose de nuevo en cuanto entre en contacto con superficies frías.

6. Supervisar el proceso de secado

Deben tomarse medidas a lo largo de todo el proyecto para controlar el progreso y garantizar que se cumplen los plazos. Esto también ayudará a identificar si algún agente externo está interfiriendo en el proceso de secado (por ejemplo, si los ocupantes apagan los deshumidificadores por la noche).

Las mediciones más importantes para documentar este proceso incluyen:

• Medición de la resistencia: Identifica el contenido de humedad en las capas más profundas de los materiales de construcción y el aislamiento.
• Medición capacitiva: Método no invasivo para localizar puntos húmedos y zonas ocultas de humedad persistente.
• Medición de la humedad y la temperatura: Realiza un seguimiento del entorno para garantizar que se mantiene en un nivel óptimo.

Hoy en día, las soluciones de supervisión a distancia permiten a los técnicos especializados en daños causados por el agua realizar muchas de estas tareas sin tener que desplazarse personalmente, lo que ahorra gastos de viaje y limita las molestias para quienes viven o trabajan en esas instalaciones.

7. Desinfectar las zonas cuando sea necesario

Por último, y especialmente en casos de daños por inundación, es vital desinfectar la zona para evitar la aparición de moho o la propagación de gérmenes. Para ello puede utilizarse tecnología de secado con filtración HEPA, que hace pasar el agua a través de filtros de alta calidad que capturan partículas de hasta 0,3 micras.

Elegir el equipo de secado adecuado para su proyecto

Aunque las necesidades de secado propias de cada lugar exigirán soluciones diferentes, entre los equipos comunes necesarios para realizar estos trabajos de forma eficaz y completa se incluyen:

• Equipos de detección de fugas
• Dispositivos de filtración y purificación del aire (HEPA)
• Generadores de ozono y sistemas de ionización
• Deshumidificadores de condensación y adsorción
• Soluciones de secado de aislamientos (secado a presión)
• Aspiradoras húmedas y aspiradoras HEPA
• Ventiladores profesionales
• Calefactores comerciales
• Medidores de humedad y otras tecnologías de medición
• Tecnología de supervisión a distancia
• Soluciones de prevención y eliminación del polvo
• Equipos de limpieza y desinfección

Es importante evaluar cada proyecto de forma independiente a la hora de seleccionar el equipo adecuado: el planteamiento más rápido puede no ser siempre el óptimo:

• Utilizar una tecnología demasiado potente puede ser costoso y consumir mucha energía
• Las unidades más potentes suelen ser grandes y ruidosas, lo que puede dificultar la vida de quienes aún viven en el edificio.
• Las casas antiguas o los edificios protegidos pueden requerir un secado más suave para preservar mejor sus materiales más frágiles.

Es fundamental seleccionar las unidades más adecuadas para el trabajo en cuestión. Nuestros expertos en deshumidificadores y equipos de secado de daños causados por el agua le ayudarán a seleccionar las soluciones más adecuadas para cada escenario y le guiarán hasta nuestros distribuidores y empresas de alquiler seleccionados.

¿Cuánto tiempo se tarda en secar los daños causados por el agua?

Las restauraciones de daños causados por el agua pueden tardar desde unos días hasta varios meses en completarse. Los factores que pueden influir en los tiempos de secado incluyen:

• La cantidad de agua sobrante y la gravedad de los daños
• Los tipos de materiales afectados
• Condiciones meteorológicas exteriores
• La categoría del agua y el riesgo de contaminación
• El alcance de los trabajos de desmontaje necesarios